La lucha por el voto igualitario es la primera tarea de la transformación
universitaria.
Por: Alexander Marín.
En los últimos meses la lucha en las Universidades
Autónomas ha atravesado momentos difíciles. A raíz del veto de la Ley de
Educación Universitaria se creó un limbo en el escenario legal que rige a las
universidades del país, ya que, la
todavía vigente Ley de Universidades se contradice con los planteamientos
progresivos establecidos en la Ley Orgánica de Educación (LOE). Dicha realidad
la han manejado las autoridades universitarias para continuar adelante con el
manejo antidemocrático escondiéndose en
una falsa autonomía, un ejemplo de ello fue la convocatoria realizada por el
Consejo Universitario CU –máxima autoridad - de la UCV a elecciones Rectorales
para el venidero 8 de Junio, esto con el reglamento electoral vigente que
excluye a los trabajadores y profesores de los escalafones más bajos como
también mantiene la relación del voto que establece que 40, 50 o más votos
estudiantiles equivalen al de un profesor.
El repudió por parte de amplios sectores de la UCV no se
hizo esperar, desde un primer momento estudiantes y obreros de la comunidad se
pronunciaron en contra e iniciaron un proceso permanente de movilización y
debate, al que posteriormente se les sumo sectores profesorales del chavismo
que a pesar de acompañar las consignas de la transformación pretenden reducir
todo a un problema legal perdiendo de vista la necesidad de la democracia. Por
otro lado la Federación de Centro Universitarios (FCU) trata de colocarse una
máscara democrática, y planteaban su acuerdo respecto a modificar el
reglamento, pero en el punto central que es el hecho de que una persona sea un
voto están en contra.
Frente a esta realidad de gran debate y motivado a una
serie de recursos legales el 17 de Mayo de 2012 la sala electoral del TSJ se
pronuncia estableciendo una multa al CU y exigiendo la construcción de un nuevo
reglamento electoral en un plazo no mayor a los 30 días. Muchos celebraron esta
decisión, pero a los pocos días la Sala Constitucional del mismo TSJ suspende
esta medida, el ministerio de Educación Universitaria no se pronuncia y posteriormente la comisión electoral de la
UCV desconvoca las elecciones. Todos estos hechos reafirman la política de
conciliación entre las autoridades universitarias y el Gobierno Nacional,
quienes apuestan al status quo , dando así la espalda a todos los que hoy
luchan por una Universidad diferente que responda a las exigencias de mas
democracia.
La única conclusión válida, es afirmar que la
transformación recae completamente en quienes formamos la comunidad
universitaria, es la hora nuestra, es la hora de la Constituyente
Universitaria. La lucha por el voto igualitario –conocido por 1*1*1*- como
derecho político es sólo una de las aristas de la democratización en la
conducción Universitaria, pero sería insuficiente llegar sólo a eso, lo que corresponde
es poner la actual universidad patas pa´arriba y construirla de nuevo dando
paso a la mas real democracia. La autonomía, la estructura universitaria, los
pensum de estudios y la esencia misma de la Universidad debe ser discutido y
transformado desde abajo, para ello las acciones de ahora en adelante deben ser
de movilización y lucha, donde más allá de los colectivos y las estructuras
vigentes sean los estudiantes, trabajadores y profesores quienes como iguales
transformen la Universidad.
El primer paso para concretar la constituyente es avanzar
a que un nuevo reglamento que sea discutido ampliamente y aprobado sin temor
alguno a través de un referéndum Universitario, la conquista hay que
transferirla a la gente. Desde ya debemos comenzar a construir los comités de
defensa por el voto igualitario en cada facultad, en cada escuela, para que
luego se conviertan en los comités constituyentes. La transformación
democrática de la Universidad no le corresponde ni al Gobierno, ni al Tribunal,
ni a las autoridades, le corresponde al soberano Universitario.
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