Un
arañero hecho millones.
Lágrimas
hechas palabras.
Por: Alexander Marín.
Nunca antes escribir se hacia tan
difícil. Al calor del gran Alí, escuchando con detenimiento a Silvio Rodríguez,
y cantando espontáneamente “Patria, Patria querida”, se hace imposible detener
las lágrimas que salen del fondo del corazón. Son esas las que cayendo sobre el
papel hoy se hacen palabra. Son pocos días y han parecido una eternidad, desde
que aquel de sabaneta, el que aprendió a sembrar maíz con la abuela Rosa, tomo
el camino de la plena libertad para encontrarse con aquellos que fueron su
inspiración y convertirse en millones decididos a no traicionar su legado.
El arañero, ese que nunca dejo de
ser pueblo, por más que las delicias del poder lo hayan querido hacer sucumbir.
Aquel que frente a todos los títulos posibles decidió que su historia se
recogiera con una simple expresión: Cuentos del arañero. Ese es el gran hombre
de nuestros tiempos, el hombre nuevo que soñaba el Ché al fin encontró nombre y
apellido. Un arañero que abrió el camino junto a este hermoso y valiente
pueblo, el camino de los sueños de libertad, los sueños de socialismo. Un
arañero que desmontó por completo que pensar en una sociedad de justicia fuese
una utopía irrealizable.
Hoy la felicidad está en saber que
ese arañero recorre libremente los llanos que lo vieron crecer, y que busca una
barquilla en aquella heladería de sabaneta de la que hablaba. Que grande poder
recordar a un inmenso líder no por ostentosidades que lo rodeen, sino por la
humildad característica de nuestro pueblo de la que nunca se desprendió.
No es cualquier cosa que ese
hombre decidiera dejar de vender sus sabrosas arañas, por una fuerte razón:
estar al frente de una gesta histórica que convirtió en un puño el grito de todo
un pueblo alzado en un Caracazo el año 89. Ahí comenzó esa historia que hoy
vivimos, y que estamos obligados a seguir viviendo. Toda esta lucha que como
pueblo hemos llevado adelante junto al arañero no queda aquí. Todo lo
aprendido, todo lo debatido, todo lo hecho no habrá sido en vano. Hoy ese
legado del arañero será estudiado y reflexionando, será por siempre letra viva
convertida en lucha.
14 de Abril, que fecha tan
hermosa. Es ese el día en que todo un pueblo derrotó las oscuridades del pasado
hechas presentes, es ese el día en que un pueblo rescató a su arañero para que
siguiera al frente de la construcción de nuestro sueño, que ya no era de patria
sino de mundo. Y será este día años luego otra fecha especial, ya no para
colocar a ese hombre de nuevo en Miraflores, pero si para fortalecer su presencia
en nuestros corazones. ¿Qué cosa tan rara esta Revolución no?, la vida nos
quita a alguien pero no desaparece, se multiplica, se hace millones y millones.
¡Ay! que cosa tan bella vivir esta revolución. Entonces, que pasará este 14 de
Abril: Millones y millones de arañeros, millones y millones de Chávez saldremos
a votar por el chofer de autobús.
Y Aquí continuará la historia, con
su diversidad necesaria, con su inquebrantable voluntad de lucha, con su unidad
inquebrantable siempre que se garantice la democracia más profunda. Si antes
era difícil interrumpir la construcción de nuestro sueño con un sólo arañero, ¿cómo
será ahora con un arañero hecho millones? Será intumbable.
Pa ti Comandante. Pa
ti Chávez. Pa ti arañero. Siempre en nuestros corazones.
Militante
de Marea Socialista
Correo: marin.alexanderg@gmail.com
Twitter: @maringalexander
Blogg: marinalexander.blogspot.com – Reflexiones para un nuevo mundo
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excelente.........
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